Desayuno con Toño Pons

Hoy hemos conocido la historia de las tres generaciones de IMPORTACO, desde el origen de un negocio de posguerra comercializando cacahuetes, hasta la empresa internacional con plantas de producción en tres países, 2,400 trabajadores y liderazgo indiscutible en el mercado de frutos secos.

Toño Pons, presidente de esta empresa familiar, ha sido el protagonista del desayuno empresarial de este mes en el Círculo de Empresas Ateneo Mercantil, y nos ha desgranado las claves de su crecimiento imparable desde 1940, los valores arraigados profundamente desde el emprendimiento del abuelo: honestidad, humildad y austeridad. También nos ha compartido momentos críticos en los que tuvieron que tomar decisiones difíciles sobre los productos y los mercados, siempre con una máxima, diversificar con el foco siempre en el negocio principal. «Zapatero a tus zapatos», repite con el orgullo de continuar las enseñanzas del abuelo y la satisfacción de, no sólo conservar, sino ampliar la empresa como integrante de la tercera generación.

Cuando se le pregunta por su agenda, por las tareas que le ocupan el día a día, Pons responde asertivo: «mi equipo». Su primera prioridad está clara. La segunda también: «estar donde pasan las cosas», así que, según indica, su maleta siempre está preparada, para viajar hacia donde se necesite, en el momento que sea necesario. Y nos regala una tercera clave: tener la «mente abierta» y estar atento a todo lo que sucede. La incertidumbre actual es muy grande, y tras la pandemia nos hemos dado cuenta de que cada tres meses va a surgir algo imprevisto sobre lo hay que actuar. ¿Planes a tres años?, sonríe. Podemos tener ideas, pero ya no se puede planificar a medio o largo plazo.

¿Y sobre el futuro? Sólo aparece una pequeña gran incógnita común en todas las empresas familiares. ¿Cómo se pasará el testigo a la siguiente generación? Gracias, Toño, por tu generosa ponencia en el encuentro de hoy, y gracias a Irene Moreno y a todo tu equipo, por haberlo hecho posible.